8M: surgimiento, consolidación y memoria del Día Internacional de la Mujer
Una breve recapitulación de cómo nació este día de lucha para las mujeres.
El 8 de marzo nació hace más de un siglo con las actividades del movimiento sindical en América del Norte y Europa.
Las primeras movilizaciones datan de 1909, cuando un grupo de mujeres y hombres del Partido Socialista de Estados Unidos protestaron en reconocimiento de la huelga de las trabajadoras textiles que un año atrás habían protestado por su injusta situación laboral.
Un año después, en 1910, se concretó la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, de carácter internacional, como homenaje al movimiento en favor de los derechos de la mujer y para ayudar a conseguir el sufragio femenino universal. Además, por primera vez, la política alemana Clara Zetkin propuso que el 8 de marzo se reconozca como el Día Internacional de la Mujer.
Aquel día en Copenhague, Dinamarca, todas las mujeres presentes aprobaron la propuesta. Eran más de 100 mujeres procedentes de 17 nacionalidades, y entre ellas estaban las tres primeras mujeres elegidas para el parlamento finlandés.
Para 1911, como consecuencia del encuentro en Copenhague, se conmemoró por primera vez el Día de la Mujer. Aquella vez fue un 19 de marzo, en Alemania, Austria, Suiza y Dinamarca. Asistieron más de un millón de mujeres y hombres. Ese día la lucha reivindicaba el derecho de voto, la ocupación de cargos públicos, derechos laborales y acceso a la formación profesional.
Seis días después, murieron más de 100 mujeres en un incendio de una fábrica textil en Nueva York, quienes, tras demandar derechos laborales, fallecieron encerradas por el dueño de la empresa. El horror marcó el cambio y la movilización; ese día marcó un hito de la lucha de las mujeres por derechos e igualdad.
Los movimientos siguieron, y en los años posteriores se sacudió Europa. En vísperas de la Primera Guerra Mundial (La Gran Guerra) las mujeres conmemoraron en Rusia su primer Día Internacional de la Mujer, el último domingo de 1913. Al año siguiente, en el resto de Europa, la fecha de reivindicación y protesta fue acordada para el 8 de marzo.
Si bien, como se ha dicho, en Rusia las mujeres ya se habían movilizado, 1917 fue un año bisagra. El 23 de febrero —8 de marzo en calendario gregoriano— las trabajadoras textiles salieron a las calles de Petrogrado. En plena guerra, exigían pan para sus hijos y la vuelta de sus maridos de las trincheras. Fue el principio de la revolución.
La primera vez que la Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU) celebró el Día Internacional de la Mujer fue el 9 de marzo de 1975.
Hoy, 112 años después de que Clara Zetkin propusiera el 8 de marzo para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, las mujeres se siguen movilizando y luchando por sus derechos. El 8M unifica, da esperanzas y aprendizaje. Aún sigue siendo un día de lucha, y si bien hubo victorias, también quedan batallas por ganar.
JUNTAS Y EN MOVIMIENTO
En el Uruguay de 1980 comenzaron a gestarse los primeros grupos de mujeres y resistencias organizadas. El Museo Histórico del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) ubica en ese año los gérmenes del Plenario de Mujeres del Uruguay (Plemuu), una agrupación fundada en el año 1983, que buscó desde su inicio el empoderamiento de las mujeres diversas de todo el país.
Estudiantes, trabajadoras, amas de casa y militantes que tenían como finalidad resistir a la dictadura formaron una organización no gubernamental con el objetivo de mejorar la condición de la mujer uruguaya y por misión una nueva mujer, una nueva familia, una nueva sociedad.
Fueron las mujeres del Plemuu las que en 1984 propusieron una “marcha silenciosa” a la Jefatura de Policía de Montevideo. La manifestación transitaría la avenida 18 de julio y finalizaría con un acto en la Plaza Cagancha para conmemorar el Día Internacional de la Mujer.
“Hay mujeres amas de casa a quienes la sociedad les impone la responsabilidad de atender el mantenimiento cotidiano de la familia, que se enfrenta hoy a la impotencia de ver cómo día a día esa tarea se torna más inalcanzable”, decía la proclama de marzo de 1984, según el semanario Búsqueda.
Tras el retorno de la democracia, los grupos de mujeres solicitaron “igualdad de oportunidades y remuneración en materia laboral; participación en la vida política, social y cultural del país; libertad, democracia (afuera y adentro del hogar) y vigencia de los derechos humanos”, informa el Museo Histórico del MEC.
En 1985, el Día Internacional de la Mujer se celebró en las calles de Montevideo: marcharon por la avenida 18 de julio y se concentraron en la Plaza Fabini.
El Museo Histórico recuerda que entonces “los colectivos de mujeres sirvieron como espacios de sostén, unidad y concientización”. De todas maneras, a pesar de que existían agrupaciones, no había una mujer que represente a otras en el Parlamento.
Tres años después, en 1988, se creó la “Coordinación de Mujeres” que, un año más tarde, realizaría actividades de reflexión y denuncia de la condición femenina con la “exhortación a anular la ley de caducidad”, según publicó el semanario Brecha en 1989. El 8 de marzo de ese año dos agrupaciones organizaron el Día Internacional de la Mujer. Marcharon desde lo que en aquel entonces era la sede de la Comisión Nacional Pro Referéndum hasta la plaza Libertad donde leyeron la proclama.
La marcha de 1990 tomó un carácter diferente, las mujeres se disfrazaron y marcharon como brujas.
Desde 2015 hasta la actualidad, los 8 de marzo han tomado cada vez más visibilidad. El hito fue en 2017, donde se estima que participaron 300.000 personas en la marcha de Montevideo. Un día sin precedentes y que marcó un punto de inflexión en esta lucha.
La presencia de Mujeres de Negro, quienes denuncian continuamente la violencia que se ejerce desde los diferentes espacios de poder, ha sido una constante de las movilizaciones, donde la diversidad de reclamos y formas de protesta confluyen en una misma reunión. Dirigentes políticas de diversos partidos se han reunido para denunciar femicidios y manifestaciones del machismo y el patriarcado.
El año pasado, en 2021, la emergencia sanitaria no fue un impedimento para que se celebre el 8 de marzo en Uruguay, que tuvo como foco la violencia machista.
Este 8 de marzo de 2022, las mujeres vuelven a las calles para manifestarse.