La literatura juvenil es una puerta de entrada para abordar con los jóvenes temas que forman parte de su vida. Recordemos lo afirmado por Juan Cervera: “el joven posee un mundo de referencias mucho más amplio y complejo que el niño, vive una etapa de transición y la literatura juvenil debe proyectarlo hacia el mundo real”. Esa proyección contribuirá a su desarrollo intelectual y fundamentalmente a su proceso socioemocional.
Esta literatura es experiencial e iniciática. Coincidimos con Fernando Savater: “sin aventura, esto es, sin riesgo, sin reto, sin enfrentamiento al mal, sin exploración, sin miedo, sin misterio, sin compañerismo, sin travesía, sin romance en el sentido inglés del término, no hay literatura propia para jóvenes, sino cursilería y adoctrinamiento”.
Por ello, en este mundo actual tan volátil, incierto, complejo y ambiguo, debemos contribuir al desarrollo de habilidades socioemocionales como la autoconfianza y el autoconocimiento para fortalecer la identidad personal.
La literatura juvenil llega a los jóvenes, cuando trata temas que permiten la identificación de su entorno con el de los personajes literarios. De esa manera, la literatura para jóvenes estará orientada a su desarrollo intelectual, brindándole herramientas para su vida académica, pero también para su formación en la vida social y psicológica.
Uno de los temas que permea constantemente la vida de los jóvenes es el de la virtualidad y las redes sociales. Varios autores han abordado esa temática en las narraciones destinadas al público juvenil.
En la novela, EL CORAZÓN DE JÚPITER de la escritora Ledicia Costas, se cuenta la historia de Isla, la protagonista, quien cambia de ciudad por decisión de sus padres y comienza a estudiar en un nuevo instituto. Es amante de la astronomía, quiere conocer los misterios del universo, y participa en foros virtuales sobre astronomía. Allí conocerá a Júpiter que parece saber mucho sobre las estrellas. Ambos mantendrán largas conversaciones en el ciberespacio hasta bien entrada la madrugada.
La historia mostrará que los hechos y las relaciones en el mundo digital son muy diferentes del mundo real, y una mentira en el mundo digital puede tener graves consecuencias en el mundo real.
El libro propicia la reflexión sobre lo importante que es poner límites a la utilización del mundo digital. Los errores que allí se cometen, develando intimidades, conducen a la tragedia. Las redes sociales las usamos todos, pero su mal uso puede arruinar la vida a cualquiera, cuando no se tiene cuidado con lo que se comparte en ellas, en muchos casos no hay culpables sino solo victimas. Y se puede arruinar la vida de alguien con solo un click , y en un segundo.
En la novela BAJO EL PARAGUAS AZUL de Elena Martínez Blanco, Glauca, la protagonista se pregunta ¿Qué podía pasar si le mandaba una foto a su novio, Sergio, si se querían mucho?: ”él le pidió que le enviase una foto suya sexy para poder disfrutar de ella cuando estuviese solo, así se imaginaría todas las cosas que harían cuando estuviese preparada.” Esas fotos dejarán de ser resguardadas en un vínculo privado, su novio las compartirá con Andrea, que no quiere a Glauca, quien la compartirá con más gente y la subirá a internet. El resultado será que Glauca se convertirá en el hazmerreír de todos. El ciberbulling es uno de los temas de esta novela.
La historia hace un llamado implícito a que los jóvenes no compartan fotos que puedan ser comprometidas. Y alerta a los testigos a no mantenerse callados, porque si lo hacen son tan culpables y cómplices como los que acosan.
La reflexión profunda es empezar a pensar que en internet la vida de cada uno deja de ser privada al instante. Esta novela muestra lo que ocurre cuando no se tiene cuidado con lo que se comparte en redes sociales. Glauca es una joven con la que pueden sentirse reconocidos muchos adolescentes y de allí hacer su historia parte de sus vidas.
En una entrevista, la escritora afirmó, respondiendo a cuál fue la génesis de su novela: “Como profesora, he vivido varios casos de acoso entre mis alumnos y me he dado cuenta de que muchos no son conscientes de que perder su intimidad es mucho más sencillo de lo que creen. Por más charlas que se les de, siempre piensan que a ellos no les va a pasar, por eso quise mostrar a los jóvenes lo poco que se tarda en destrozar una vida: 2 segundos.” Y define su novela como “’Manual para abrir los ojos ante el peligro del ciberbullying”.
La novela pone el foco en la víctima: Glauca y en la ayuda que recibe de su amigo Alberto que será su gran “paraguas”, su gran protector. El paraguas azul, es una metáfora de protección, alguien que ayuda, que está dispuesto a acompañar y a evitar que las cosas horribles dañen más de lo necesario.
La presencia del mundo digital en la obra, está en las fotos sexys que le envía a su novio por celular, en las selfies, en la constante consulta del WhatsApp durante el horario escolar, y en la compra de ropa por internet. Este último hecho es de importancia, cuando se une a la circunstancia de que Glauca usa dos o tres tallas más que sus compañeras, porque tiene una imagen negativa de su cuerpo. Esta novela está vinculada con temas como las relaciones sociales y la autoestima. Dice el narrador: “’Según pasaban los años había visto a Sergio salir con muchas chicas, pero todas eran guapísimas, casi siempre rubias, delgadas y vestidas a la última. Ella, por el contrario, tenía unos kilos de más (lo que su madre no se cansaba de recriminarle a la mínima oportunidad), tenía el pelo como una escarola y llevaba gafas de pasta pasadas de moda. No es que fuese precisamente alguien que supiese coordinar bien los colores, por lo que la apariencia de su ropa era siempre un poco estrafalaria tirando a anticuada, ya que, de nuevo, su madre era la que se metía en lo que se compraba y lo que no y, por no discutir, siempre acababa cediendo y elegía lo que ella quería”. La protagonista carece de autoconfianza y autenticidad, vive la vida según el parecer de otros, sin conocerse y establecer conexión consigo misma. Quiere encajar y ser querida por su novio, y entonces, cede sus fotos, sin evaluar las consecuencias de ese hecho.
ADIÓS A LOS CUENTOS DE HADAS de Elizabeth Cruz Madrid nos propone la historia de la joven Mariel, quien está en proceso de maduración, pasando por el duelo de la pérdida de su madre, víctima del cáncer. Se siente sola, a tal punto que expresa: “yo soy un desierto. Estoy seca y con mucha sed. La extraño”. Con frecuencia escribe cartas a su mamá pensando lo que le diría si ella viviera. Su padre inicia un nuevo matrimonio y decide enviar a Mariel a un internado. Allí, la joven encontrará consuelo en las conversaciones que sostiene con un chico que conoció por internet. Ese chico pasará a ser , en su imaginación, su príncipe azul. Los días transcurrirán motivados por el deseo de conocerlo, esperando que venga a rescatarla.
Mariel es sensible, se refugia en la literatura y la escritura, y esto provoca la burla de sus pares. Cree que la vida real responde a los esquemas del mundo de ficción maravillosa de princesas, príncipes y dragones . Ese chico de 19 años con el que se hace amiga a través las redes sociales, comenzará a realizarle peticiones inapropiadas, pero ella no se alarmará. Su situación de vulnerabilidad emotiva, la convierte en una presa fácil de abusadores que tejen una red de mentiras dentro de la red virtual.Esta novela pone el foco en el grooming, es decir, el engaño pederasta, cuando los adultos engañan a menores de edad a través de espacios online.
En estas novelas, siempre aparecen como constantes ciertos rasgos comunes: las ansias de independencia, una familia fragmentada o no presente a nivel emotivo, baja autoestima, la búsqueda de aceptación por los demás, las relaciones personales y el despertar del deseo sexual. Y estos están vinculados a temas como el duelo, el internet, el aceptar una nueva familia, el sentirse rechazado, el desarraigo de barrio y colegio, entre otros. Las relaciones familiares constituyen uno de los centros de atención en las historias. Las protagonistas están disconformes con el accionar y las decisiones de sus padres, que las afectan directamente.
En cuanto a los personajes que violentan la privacidad a través de la difusión de fotos en el ciberespacio, de ellos se puede observar como constante el egoísmo y la irresponsabilidad como actitudes constantes.
En los entornos digitales desarrollamos parte de nuestras realidades cotidianas porque allí nos relacionamos, allí somos, allí hacemos. Estas novelas pueden ser la puerta para reflexionar con los jóvenes sobre un uso crítico, reflexivo, responsable y ético de los entornos virtuales y las redes sociales.
Un proceso educativo, continuo y permanente, debería potenciar el desarrollo emocional como complemento indispensable del desarrollo cognitivo, constituyendo ambos los elementos esenciales de una personalidad integral. Todo ello tendría como finalidad aumentar el bienestar personal y social.
Estas novelas propician el desarrollo de la competencia literaria en los jóvenes, y a la vez, ayudan a que estos observen que constituye un valor y es un acto de valentía conocerse desde su propia vulnerabilidad. No depositar la valía afuera, según cuántos seguidores se tengan en redes sociales o cuántos likes obtuvo una fotografía. Esos hechos externos no pueden afectar el valor que está dentro de cada uno. Entender que la virtualidad es un amplificador de lo que cada uno es. En definitiva, recordar las palabras de Oscar Wilde: “”Sé tú, los demás puestos están ocupados”.
Dinorah López Soler
Profesora de Literatura
Experta en Literatura Infantil y Juvenil
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