La décima etapa quedará en la historia como la que, en una fiesta pagana alguien volvió a la vida.
HOUSE
Llegó al Teatro de Verano a intentar recuperar la gloria pasada.
El conjunto abre muy bien su función y logra atrapar con una estética interesante que luego decae para volver sobre el final a lograr el nivel que le conocemos a este título.
Una noche terrible para el conjunto a nivel de sonido donde por varios momentos la orquesta tapó al coro y se perdió la comprensión del texto por algunos pasajes.
Cuando se busca el humor se consigue parcialmente y eso le hace perder eficacia a un espectaculo que tiene algunos aciertos interesantes
En pocas palabras, una noche donde la suerte no acompañó a este título que necesita revancha si pretende llegar a las finales del certamen.
DE FRENTE Y MANO
Volvió al concurso luego de dar una prueba que nosotros no vimos con nivel como para superarla.
Ayer ratificamos lo expresado en noviembre y realmente este conjunto navegó en aguas tormentosas durante gran parte de su show.
Rescatar parte de la crítica (tiene 2 salpicones) y sus puntas que alcanzan un nivel aceptable.
Un correcto vestuario que sin grandes lujos cumple su función y una puesta en escena excesivamente lineal lo que la constituye en una propuesta simplemente aceptable.
En un año de buen nivel murguero los Maragatos quedaron lejos de la competencia y veremos si en la segunda rueda con más rodaje logra dejar una mejor imagen
ZINGAROS
Nos propone año a año una fiesta en la tribuna. Desde temprano su hinchada comienza a teñir la platea con los colores elegidos (en este caso el rosado) y los puestos de merchandising hacen una zafra interesante.
El conjunto se preparó con una tensa calma, buscaron ubicaciones y ni bien los maestros de ceremonia anunciaron su función, la explosión ya fue inevitable.
La apertura de telón fue maravillosa, el vestuario es de los mejores que se vieron en lo que va de la temporada y su coro desparramó talento.
Si primera parodia está bien lograda con momentos de humor y posicionamiento político social muy firme.
Desde el minuto 38 al final llegó lo mejor de lo que va en la primera rueda. Pinocho fue arrolladora por dónde se la mire, una resucitación en escena del personaje más cuestionado del carnaval uruguayo.
La interpretación del Rusito González es simplemente magistral, no quedó un gesto, un movimiento, una frase que no hubiera emitido el propio Ariel que no sacará.
La emotividad ganó el tablado más al sur para conmover a propios y extraño.
Sin dudas estamos ante la mejor función del año y ante una parodia que por encima de posiciones finales quedará en el mejor recuerdo de la fiesta de Momo.
Pasarán los años y muchos diremos “Yo estuve” el día que un loco del carnaval volvió a la vida por 30 minutos para que la fiesta sea completa.